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LA VALENTÍA DEL COBARDE

  • Sara Pastor
  • 13 abr
  • 3 Min. de lectura

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La valentía del cobarde

 

Las redes sociales se han convertido en el gimnasio favorito de los valientes de teclado. Esos que no levantan la voz en persona, pero en internet se transforman en expertos en belleza, jueces de pasarela y críticos de cuerpos ajenos, nutrición psicología, medicina con especialidad en Todologia  ¿Cómo lo hacen? Fácil: con un Wi-Fi estable, cero empatía y mucha frustración acumulada.

Y claro, como desde su perfil anónimo (o con foto de anime) se sienten intocables, creen que tienen el derecho divino de opinar, juzgar e insultar. Sobre todo, los físicos de las personas. Que si alguien engordó, que si está muy flaco, que si tiene celulitis, que si se operó la nariz, que si se dejó las canas. ¡Paren ya, que no son el jurado de Miss Universo versión amargada!.

¿Quién los nombró expertos en cuerpos ajenos? Nadie. Pero igual ahí están, lanzando frases tipo:

“Uy, qué mal se ve, esta acabá ”. “Con ese cuerpo yo de ella no salía de casa”. “Ese tipo esta asqueroso”.

¿Perdón? ¿Tú qué sabes por lo que ha pasado, o está pasando esa persona? ¿Estuviste ahí cuando se le cayó el mundo encima y aun así se levantó? Nope. Pero claro, criticar desde el sofá es más fácil que trabajar en uno mismo.

La frase favorita del cobarde moderno. Usan la “libertad de expresión” como excusa para faltar el respeto, cuando en realidad lo que están haciendo es proyectar sus propias inseguridades.

Opinar sí, todos podemos. Pero si lo que vas a decir no suma, no ayuda, no construye… entonces es puro veneno envuelto en excusa barata. Y eso, amigo/a, no es valentía: es cobardía con Wi-Fi.

Y no digamos del deporte extremo de ver quien pone el insulto más creativo e hiriente. ¿Que tienes en la cabeza que encuentras adecuado hacer cosas así?

¿Qué pasa que nos molesta la felicidad de los otros y la libertad de aceptarse tal y como son? ¿Por qué se arremete con el físico, sobre todo y aplaudimos a los que visiblemente están bajo los efectos de las drogas y el alcohol y los convertimos en influencers?. Sentenciamos que las personas obesas dan mal ejemplo por sentirse bien con ellos mismos y que atentan contra la salud, EN TODO CASO SU SALUD no la del planeta. Los comportamientos que atentan contra la salud de todos es caminar bajo efectos de mil cosas que arriesgan nuestra seguridad y vida.

 

No, no tienes derecho a insultar ni a juzgar cuerpos ajenos.

Puedes opinar, sí. Pero si lo que vas a decir no lo dirías en la cara con el mismo tono… entonces mejor guarda ese comentario con el recibo de la dignidad que perdiste al escribirlo.

Porque la verdadera valentía no está en lo que dices detrás de una pantalla… sino en saber cuándo callar, y cuándo apoyar.

Y recordarte que cuando le das un like a una de estas barrabasadas sin sentido por que lo encuentras divertido, estas dando de comer al monstruo, que puede algún día, se fije en ti.

 No eres valiente por decir “solo es mi opinión” mientras tiras odio. 

 Eres valiente cuando apoyas, no cuando destruyes. 

Mientras tanto seguiré soñando en la utopía de unas redes con más sentido social y cívico.

Amate tal y como eres y grítale al mundo que amarte, valorarte y respetarte no esta unido a tu apariencia, que eres mucho más.

Muchos cariños y este escrito si lo sientes así, ayúdame a difundirlo, porque seguro en tu entorno alguien lo puede necesitar.! ¡Gracias!

Sara Pastor

 

 
 
 

1 comentario


AnameFuentes
14 abr

Estas palabras deberían estar en la Primera Plana del periodico de mayor circulación o mejor en todos y cada uno de ellos.

Que mucha sabiduria hay en estas lineas q parecen escritas como epitafio o epilogo de la triste realidad que vive nuestro país. Hemos ido muriendo lentamente al amor, al perdon, a la empatía.

Me incluyo para no parecer prepotente.

Somos victimas de nosotros mismos.

No apoyemos lo que nos da nauseas y vergüenza, mejor callemos.

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